lunes, 16 de febrero de 2009

La bendición de Jehová

Un autor que empiezo a admirar es C.S. Lewis. Es una lástima que la comunidad cristiana no promociones sus escritos entre sus miembros, y al hacer esto se provoca que muchos se pierdan de muchas enseñanzas hermosas, pues él es uno de los mejores escritores cristianos que conozco.
Para muestra pongo algo que aprendí leyendo uno de sus libros.
En el libro titulado "El sobrino del mago" que pertenece a las crónicas de Narnia, Aslán tiene una conversasión con un niño al que le encomendó que buscase una fruta muy especial y que la trajera a su presencia.
En su camino es tentado por la bruja blanca para que robe la fruta y se la lleve a su mamá que está enferma para que se cure ya que esa fruta otorga poderes especiales, apesar de la angustia por querer sanar a su madre, el niño es fiel y cumple su cometido pero la bruja blanca roba una de esas frutas y se la come para obtener esos poderes.
Al llegar con Aslan el niño le entrega la fruta y le cuenta lo que pasó, Aslan le dice que si bien es cierto que la fruta hubiera otorgado la sanidad, como hubiera sido arrancada a la fuerza, al final del tiempo, en lugar de que tanto el niño como su madre fuesen felices serían desdichados, y al volver su vista atrás, hubieran preferido que ella muriera de esa enfermedad en lugar de vivir esa vida miserable. Aslan como premio le regala una de esas frutas con su bendición para que su madre pueda ser curada.
Cuando leí esta parte vino a mi mente el texto que dice "la bendición de Jehová es la que enriquece Y NO AÑADE TRISTEZA CON ELLA".
Muchas veces queremos arrancar a la fuerza las bendiciones de Dios, un ejemplo de esto sería aquellos hijos de Dios que se casan con hijos del Diablo. Si bien es cierto que "el que encuentra esposa encuentra el bien y alcanza la benebolencia de Jehová", también es cierto que Dios dijo: "No os unais en yugo desigual con los infieles".
Las personas que contra la voluntad de Dios se unen en matrimonio a los infieles, puede ser que en un principio encuentren felicidad, pero cuando prueben por completo el fruto amargo de su desobediencia, voltearán atrás y preferirén haber muerto en aquel día en lugar de haber tomado la fruta sin el concentimiento de Dios.
Y tú ¿Tomarás por la fuerza el fruto para saborear lo dulce ahora y sufrir lo amargo después o esperarás a que Dios te lo conceda con su bendicón que no añade tristeza con ella?

4 comentarios:

Isa dijo...

¡Wow! Hijo, admiro tu madurez y agradezco al Señor por todos los episodios que te ha permitido pasar en tu vida. Por que todas esas experiencias vividas, son las que te han dado el camino correcto.
Sigue adelante y una vez puesta la mano en el arado ¡nunca mires atrás!
Besitos con cariño de madre.

Eduardo Roldán Reyes dijo...

Tienes mucha razón, creo que pocos ignoramos la obra de C.S. Lewis y me incluyo en ellos, trataré de conseguirme alguno de sus libros, alguna recomendación?

Fijate que alguna vez me tocó dar una predicación en la Iglesia de Orizaba Centro basado sobre ese versículode Proverbios mi enfoque fue diferente pero me gustó mucho tu aplicación. Saludos¡

Alex dijo...

Mi querida mamá, pues gracias por visitar mi humilde Blog.
Aveces estas lecciones se aprenden con un poco de dolor y al momento parecen amargas, pero cuando vemos el fruto completo sonreimos por haber sido obedientes.

Alex dijo...

Mi estimado Roldan, si quieres leer a C.S. Lewis te recomiendo dos libros muy buenos: "Cartas de un diablo a su sobrino" (También conocido como cartas a un diablo novato) y "El gran divorcio".
Pero aunque te mecino dos, te puedo decir sin temor que tooda la obra de C.S. Lewis es muy recomendable y siempre encontrarás lecciones bíblicas muy bonitas.