martes, 27 de noviembre de 2007

Sueños

Una de las cosas que han fascinado a las personas (tanto sabios como no sabios) han sido los sueños. No importa la raza, color, edad y nacionalidad, los sueños siempre han ocupado una parte importante en la vida de los hombres.
Hay personas que recuerdan sus sueños y hay otras que no recuerdan nada de lo que soñaron o si lo hace es muy poco lo que podrían contar. Yo pertenezco a esos últimos.
Muy rara vez alcanzo a recordar con exactitud que fue lo que sueño cada noche, aun con todo esto en mi contra, existen algunos sueños que por alguna razón los recuerdo tan bien que incluso quedan grabados con fuego en mi memoria.
De entre todos esos sueños hay uno que recuerdo con cariño.
Soñaba que me encontraba en medio de un inmenso cuarto y había un samurai que me iba a matar, escondido en algún lugar de ese cuarto se encontraba el sujeto que le había pagado al samurai esperando ver el espectáculo de mi ejecución.
El samurai sacó su espada y me atacó, yo no estaba desarmado pues tenía en mis manos un palo de escoba así que me apresté a defenderme. En esos momentos ocurrió algo maravilloso, sentí la voz de Dios que me hablaba con total claridad y me decía como moverme. Dios me ordenó bloquear el ataque de mi rival cosa que ejecute de inmediato. El golpe del samurai chocó con mi arma y no me hizo nada.
Cinco veces más me atacó el samurai y cinco veces más Dios me ordenó que soló lo bloqueara sus golpes. A la sexta vez Dios me dijo que "saltara y lo golpeara" pues mi rival no esperaba que ejecutara esa maniobra. Claro que obedecí y al hacerlo alcancé a impactar a mi enemigo en el pecho y lo vencí.
Lo ultimo que recuerdo de ese sueño fue que yo hablaba en voz alta y le predicaba el evangelio tanto al samurai como a al sujeto que quería y que estaba escondido por ahí, y acto seguido me marché.
Ahí termina lo que recuerdo del sueño. La razón por la cual lo guardo con cariño en mi corazón no se debe a que participe en un combate y gané, sino porque escuché la voz de Dios con una claridad que no había sentido antes. Fue tan hermoso escuchar su voz con tanta nitidez que este sueño sólo se puede comparar con otro todavía más hermoso que tuve la noche cuando recibí a Jesucristo como si salvador.
Pero eso es otra historia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola :)

Primero,que bueno que escribiste de nuevo!!

Segundo,no se vale que no cuentes el otro sueño,se percibe hermoso y especial!!

Saludos!!

Isa dijo...

¡Ay,me ganaron! yo quería ser de primera, ja,ja,ja. Pero vaya que es lindo escuchar la voz de Dios ¿verdad?, a más de ser estremecedor, renueva tu confianza.No importa si te habla desde un viento fuerte ó en un silbo apacible, tú me entiendes ¿verdad?.
Saludos y cariños para ti hijo.

Alejandro Vega dijo...

Hey Alejandro, Tocayo, Bienvenido al Mundo de los Blogs Cristianos.
Que sueño tan fascinante, y luego hasta evangelizaste a ambos, muy interesante.
Has pensado que pudiera tener algun significado -no digo que necesariamente lo tenga-.
Saludos

Alex dijo...

Gracias a todos por sus comentarios. La verdad no creo que este sueño tenga algun significado en el mundo real. Sólo fue algo extraño y a la vez maravilloso que ocurrió. No es el primero sueño raro que he tenido pero si uno de los más maravillosos que retengo con cariño en mi memoria